Claudia S
No me
acuerdo...
De las
caras de las personas que conocí en algún momento de mi vida, ni tampoco de sus
nombres. Cuando las cruzo en algún lugar y me saludan, las saludo. Pero, me
cuesta descifrar de dónde las conozco.
De los
hechos cotidianos, los recientes. Pero, sí recuerdo los más remotos. Estos
últimos los podría describir en detalle como fechas exactas, el color de una
prenda o diálogos de una entrevista.
De la
primera película que vi en el cine Helios y que lloré mucho.
De los
argumentos de libros o cuentos que leí cuando era más joven.
La
dirección de mi abuela paterna con exactitud. Solo sé que quedaba cerca de una
plaza y a pocas cuadras de la calle Lope de Vega.
El motivo
por el cual mis padres nunca hablaban de política.
Del primer
viaje en tren, pero sí recuerdo el último.
De la
primera vez que me preguntaron si tenía algún parentesco con una modelo que
publicitaba una marca de cigarrillos.
Dónde me
encontraba cuando Argentina salió campeón en el mundial 1986.
De la
última vez que escuché la voz de los pájaros en el campo.
Kari
El dragón que no se acuerda
No me acuerdo del día en que nací.
No me acuerdo de la mirada dulce de mi
madre.
No me acuerdo de las alas protectoras de mi
padre.
No me acuerdo del dominio de los dragones.
No me acuerdo de la magia que nos condenó.
No me acuerdo de mis hermanos silenciados.
No me acuerdo de los traidores.
No me acuerdo de los tiempos anteriores a los
reinos divididos.
No me acuerdo del vacío de mi vida antes de
conocerte.
O será que no quiero recordar.
Rosana
No
me acuerdo
No me acuerdo de cómo hacer brownies sin leer
la receta.
No me acuerdo de la voz de mi papá.
No me acuerdo qué llevaba puesto el día
festejé íntimamente mis quince años. Sé que era un pantalón, pero nada más.
No me acuerdo del sabor de los caracoles en
salsa de tomates, ese domingo en la casa de mi abuela. Solo la textura gomosa.
No me acuerdo dónde dejé las llaves. Otra
vez.
No me acuerdo de otra cosa más que de tu
sonrisa.
No me acuerdo que haya quedado un juguete
entero de todos los que le regalé a mi hijo. Todos tenían una parte especial
para crear algo nuevo.
No me acuerdo haberte dicho que sí.
No me acuerdo haberte dicho que no.
No me acuerdo cómo hacía entonces, para no
perder la paciencia.
No me acuerdo la letra de la canción que te
escribí, papá.
No me acuerdo cuando fue la última vez que vi
a mis patines profesionales.
No me acuerdo de otra cosa que no sea tu
amargura en esos tiempos, mamá.
No me acuerdo cuando fue el día en que, por
fin, pude dejarte atrás.
No me acuerdo haberme decepcionado nunca de
vos, mi pequeño.
No me acuerdo el nombre de algunas películas
que me gustaron.
No me acuerdo de la mayoría de los cuentos
por sus títulos.
No me acuerdo de otra cosa que no sean tus
ojos mirándome desde la ventana.
No me acuerdo mucho de los números.
No me acuerdo de algunas cosas que cuentan
mis hermanos, que vivimos juntos.
Adri
No me
acuerdo
Siempre
dije que tengo muy buena memoria, sin embargo, últimamente me olvido de muchas
cosas. Hay algunas que es mejor olvidar, pero por otras siento nostalgia, como
cuando empiezo a notar que estoy olvidando las voces de mis muertos.
No me
acuerdo cuando sentí por primera vez que el amor me pone en riesgo, pero se ve
que me gusta arriesgarme, porque sigo intentando.
No me
acuerdo cuando entendí que mi hijo es un hombre, ni como supe que mi hija había
hecho el amor con su novio sin que ella me lo dijera, ni porque supe siempre
que el más chico sería escritor, aunque él todavía no lo sabe, piensa que
escribir canciones no es lo mismo.
No me
acuerdo cuando dejé de taparme las estrías, tampoco cuando me vi las primeras
patas de gallo, seguramente fue mientras me estaba riendo a carcajadas.
No me
acuerdo si alguna vez creí que me querías, pero se con exactitud todas las
veces que temí que no lo hicieras.
No me
acuerdo cuando decidí que andar penando por la vida no es lo que quiero para mí,
aunque a veces no lo puedo evitar.
No me
acuerdo cuando me odié por última vez.
No me
acuerdo porque me parecía buena idea convivir con alguien, mucho menos recuerdo
porque la cama me parecía tan grande durmiendo sola.
No me
acuerdo para nada cuando aprendí cada cosa que sé que me enseño mi mamá.
No me
acuerdo de la cara de quien me robó la inocencia.
No me
acuerdo cuando supe con certeza que soy tan fuerte como vulnerable, y saberlo
disolvió el nudo en mi garganta.
Claudia V
No me acuerdo
No me acuerdo la última vez que te dormiste
en mis brazos pero aunque no quepas en mi regazo, puedo abrazarte otra vez
hasta que te duermas.
No me acuerdo la última vez que me miraste el
alma hasta que la vista se nubló, pero puedo perderme en tu mirada hasta que
nos envuelva el abrazo.
No me acuerdo del día más triste. Tampoco me
acuerdo si fue uno…
No me acuerdo cuántas veces me caí y cuántas
me levanté.
No me acuerdo por qué me asalta esta angustia
en el pecho.
No me acuerdo por qué no pude y tampoco me
acuerdo que me impulsó a poder.
¡No me acuerdo de tantas cosas! Sé que
existieron y que todavía están ahí, ocultas, agazapadas. No insistas. No me
obligues. No me acuerdo… No quiero recordar…
Martín
No me acuerdo
Me despierto y me levanto apresurado de la
cama, me baño, me visto, desayuno, todo muy rápido, muy apurado hago todo.
Llevando al baño lo último que queda del café para terminarlo y lavarme los
dientes, me doy cuenta que no me acuerdo del horario de entrada del trabajo, el
trabajo que tanto me gusta. No me acuerdo el motivo por el cual me gusta tanto
mi trabajo, tal vez sea por aquel maravilloso olor a café que suele venir por
el pasillo, ese pasillo que no me acuerdo si es largo o corto o si es
interminable igual que un laberinto, no me acuerdo del café cuyo aroma me
hipnotiza y tampoco del mismo aroma del café.
No me acuerdo el horario del tren que suelo
tomar para llegar a tiempo. No me acuerdo si debía ir en tren, en subte,
colectivo o caminando. No me acuerdo si estoy lejos o cerca. No me acuerdo a
donde debo ir, qué caso tendría recordar el cómo ir y para qué la urgencia.
No me acuerdo donde estoy. Quisiera salir e
ir a algún lugar con ricos aromas y recorridos insólitos pero no me acuerdo si
conozco ese lugar ni dónde queda.
Me quedo mirando por una ventana que no me acuerdo
si es mía. Sigo mirando a través de algo que no me acuerdo qué es ni me acuerdo
por qué lo miro.
Laly
No me acuerdo de mi estadía en el globo de agua en el que estuve
creciendo a gusto durante nueve meses dentro del cuerpo de mi madre.
No me acuerdo lo que hacía para no aburrirme mientras crecía en ese
continente. Seguro me divertía llevando mi pequeño dedo gordo del pie a la boca.
No me acuerdo haber querido volver al refugio de los nueve meses y aún
sin que mi madre se enterara- me empujé al sendero de la vida y me vi crecer.
No me acuerdo si quise diagramar mis días tal como los viví hasta aquí,
o fue de casualidad el recorrido que hice. No lo sé y no lo averiguaré.
No me acuerdo haber viajado a la Luna para dejar plantada nuestra
bandera, pero sé que de hacerlo mi cohete de chocolate se derretirá insolado.